Asesoría Jurídica Legal

La principal misión de este profesional es asesorar a empresas y particulares sobre la normativa vigente para que sus actuaciones se ajusten a la legalidad. Tras estudiar Derecho, lo más habitual suele ser dedicarse a la abogacía o preparar una oposición para, por ejemplo, ser juez o notario. Sin embargo, Derecho es una carrera que ofrece más opciones laborales: una de ellas es la de asesor jurídico o legal. ¿Sabes en qué consiste esta figura? En UNIR analizamos las funciones y requisitos necesarios para ejercer esta profesión.

¿Qué es un asesor jurídico?

Un asesor jurídico o legal es un jurista, un profesional experto cuya función primordial es la de garantizar la correcta y adecuada aplicación de la normativa vigente en cada una de las actuaciones realizadas por la empresa.

Contar con un buen asesor jurídico en la empresa garantizará el planteamiento ajustado a Derecho de los planes de negocio de la compañía, las relaciones entre la misma y sus empleados, así como las sinergias y colaboraciones con otras empresas.

Tanto si se centra en el ámbito de la defensa jurídica de la empresa —asumiendo la dirección letrada de procedimientos judiciales—, como en el ámbito mercantil —dirigiendo procesos de negociación y contratación con otras empresas o particulares—, como en el de los Recursos Humanos —asesorando y dirigiendo los numerosos conflictos laborales que puedan surgir—, como en materia financiera y fiscal —evaluando las posibilidades y riesgos de los negocios jurídicos en los que se centre el ámbito de negocio de una empresa y dirigiendo a la misma en la cumplimentación de sus obligaciones fiscales desde la perspectiva del experto—, la figura del asesor legal es imprescindible de cara a evaluar las circunstancias que rodeen la negociación y contratación en el ámbito de la empresa.

También en el sector público, pues el asesoramiento jurídico es primordial a fin de acompañar y garantizar la correcta formalización de los contratos que firman diariamente las distintas Administraciones, Organismos y Entidades públicas con otras Administraciones y con los particulares.

El asesor jurídico también puede centrarse en el asesoramiento experto de los autónomos o los particulares, los cuales necesitan poder confiar en un jurista experto en los ámbitos civil, penal, laboral y fiscal a fin de recabar del mismo su consejo o directrices a fin de abordar el emprendimiento o la correcta cumplimentación de sus impuestos, por poner un sencillo ejemplo.

La misión del asesor jurídico o legal es, por tanto, ofrecer información y asesorar en aquellos conflictos o situaciones relacionadas con la aplicación del conjunto de normas que rigen una materia o actividad, dentro de cualquier rama del Derecho.

Funciones de un asesor jurídico

Las funciones de un asesor jurídico dependen del ámbito profesional al que se dedique. Por ejemplo, en el caso de un particular, el asesor jurídico resolverá las dudas que su cliente le plantee en relación con temas que pueden ir desde la gestión de su patrimonio (propiedades, inversiones, herencias, etc.), hasta dudas sobre su actividad profesional, bien porque sea un pequeño empresario o un trabajador por cuenta ajena. También pueden asumir cuestiones relacionadas con el ámbito más privado, como la gestión de multas de tráfico o trámites de extranjería. La función de asesor jurídico la asumen, en muchos casos, los propios abogados de un particular.

La figura del asesor jurídico es muy habitual en el sector privado, tanto en grandes como en medianas y pequeñas empresas. Sus funciones son muy amplias e incluyen todas aquellas que requieran del análisis y la interpretación legal, a fin de que el organismo actúe e interaccione con terceros conforme a la ley.

En general, el asesor jurídico intervendrá para:

  • Garantizar la correcta constitución de cualquier tipo de sociedad o estructura jurídica y la redacción de los documentos de cualquier naturaleza que para ello se requiera.
  • Negociar y elaborar todo tipo de contratos mercantiles, civiles y laborales (compraventa, préstamos, pólizas, etc.).
  • Trazar la estrategia de defensa legal de la empresa ante las potenciales infracciones legales por parte del empresario o de la empresa.
  • Controlar y solucionar las situaciones de desequilibrio patrimonial.
  • Realizar trámites y gestiones ante organismos públicos, registros, notarías, etc.
  • Asesorar en la aplicación de normas de cualquier tipo.
  • Realizar informes relativos a diferentes cuestiones legales que afecten a la organización o persona que se asesora.
  • Redacción de documentos para los órganos de administración.
  • Asesorar a empresas que quieran expandirse a nivel internacional sobre la legislación aplicable en cada país.
  • Cualquier otro servicio legal que pueda necesitar la empresa o el empresario.

¿En qué consiste una asesoría jurídica?

El asesoramiento jurídico debe adaptarse a cada caso, tanto si se trata de una persona (con un problema de índole personal o profesional, como sucede con los autónomos) como una empresa. Aún así, siempre hay que tener en cuenta una serie de cuestiones:

  • Informar al cliente sobre los costes del servicio.
  • Realizar un estudio pormenorizado de cada caso para conocer las necesidades, trámites y normativa a aplicar.
  • Analizar la documentación presentada por el cliente.
  • Determinar qué normativa/legislación es aplicable.
  • Informar en todo momento de los pasos a seguir, plazo estimado de resolución y procedimiento necesario.

Diferencias entre un asesor jurídico y un abogado

Aunque a priori algunas de las funciones del asesor jurídico son similares a los de un abogado, entre las competencias de estos dos perfiles profesionales hay diferencias:

  • Los abogados necesitan estar colegiados para ejercer, un requisito que no se aplica a asesores jurídicos. Además, estos profesionales deben contar con el Máster para el Ejercicio de la Abogacía y superar el examen correspondiente que convoca el Ministerio de Justicia.
  • Las actuaciones de los asesores jurídicos o legales se centran en el asesoramiento legal a empresas y particulares para ajustarse a la normativa vigente y evitar que se produzcan conflictos. Los abogados pueden asumir estas funciones y también actuar en caso de producirse algún daño, irregularidad o denuncia.
  • La representación en los tribunales la asumen los abogados.

¿Qué estudiar para ser asesor jurídico?

El primer paso para ser asesor jurídico o legal es estudiar el Grado en Derecho. A lo largo de los cuatro cursos en los que se configura esta carrera, el alumno logra un conocimiento profundo del sistema jurídico y de los principios, ámbitos y normas que lo conforman, con una formación interdisciplinar en materias como la economía y la empresa que le permitirán analizar cada situación y proponer soluciones adaptadas a la coyuntura.

Al terminar el Grado en Derecho, el profesional estará preparado para entrar al mundo laboral como asesor jurídico en los equipos legales de empresas o de firmas de asesoría, aunque los expertos recomiendan especializarse en alguna rama jurídica como el Derecho Laboral, Mercantil o Fiscal, entre otras, para ofrecer un servicio diferenciado y de excelencia. No es posible obviar el necesario asesoramiento que, cada día más, demandan los particulares en los distintos ámbitos de su vida. Para lograrlo, la formación complementaria juega un papel fundamental. Así, un título de posgrado como un Máster en Asesoría Jurídica de Empresas será la vía idónea para aquellos profesionales interesados en desarrollar su carrera laboral por esta senda, pues permitirá al graduado en Derecho seguir profundizando en la normativa mercantil, civil, fiscal y penal aplicable a las sociedades y convertirse en un experto jurista en el ámbito empresarial. También existe la opción de cursar el Doble Máster en Abogacía y Asesoría Jurídica de Empresas.